¡Zdraveite!
Me acuerdo de mi primer día en Veliko Tarnovo, pensaba
que estaba en el culo del mundo. Pero no era así. Después de visitar
muchas ciudades del país, os daréis cuenta que es posiblemente la más bonita de
toda Bulgaria. Sin duda no es la más grande, pero guarda un encanto especial. Yo tuve la suerte de que me asignaran una mentora muy maja que
hablaba español y la verdad es que fue de gran ayuda. Me explico, en Bulgaria, las universidades tienen por costumbre asignar un estudiante para que te ayude en todo
lo posible. Esto viene muy bien, especialmente los primeros días, ya que te ayudan
a rellenar papeles de la residencia, te enseñan la ciudad y cosas que vayan a
ser útiles durante tu estancia en el país. Yo tuve la suerte de tener una gran
mentora y le estoy muy agradecido.
Como los primeros días son muy importantes dividiré este
post en tres entradas. En ésta hablaré de lo que será vuestra “casa” por un año
o un semestre.
A no ser que hayáis alquilado un piso en el centro,
estaréis acomodados en la residencia de la Universidad (bloque 2), que se
encuentra en la calle Teodosii Tarnovski. Estaréis en lo que se llama “los
pisos Erasmus”. Éstos están en el último piso (hay que subir 3), lo cual tiene sus
ventajas y desventajas:
Ventajas: Solo estos pisos disponen de un
balcón/terraza muy grande. Viene de puta madre cuando hace buen tiempo y para
reunirse con los demás Erasmus.
Desventajas: Acabaréis hasta las cojones de tanto
subir escaleras.
Terraza |
¿Y cuánto cuesta? Este factor es posiblemente el que os hará quedar en un sitio sin una verdadera cocina. El precio varia un poco cada mes dependiendo del consumo eléctrico (en invierno es más alto por la calefacción). Pero más o menos suele oscilar entre 100 y 60 levas. Es decir, mínimo 30 euros y máximo 50 euros al mes. Lo sé, baratísimo.
En fin, yo sobreviví 8 meses en la residencia y la
verdad es que la única pega que le veo es la cocina. Lo demás está muy bien, aparte
siempre hay movimiento y os echareis muchísimas risas con vuestros compañeros de piso.
Un año o un semestre conviviendo con Erasmus de diferentes países da para
muchas historias, creedme.
En el próximo post hablaré de la Universidad.
¡Dovijdane!